Todos están bien
Tilín, tilín, tilín, suenan las campanas de la iglesia, oigo los carros pasar y se acerca la hora.
AaAa Aa Lala…pasa una ambulancia. No soy la única que lo nota: el niño sentado junto a mi también lo hace. Él repite y canta al ritmo de las campanas. Repite y canta el sonido de la ambulancia. Sus oidos parecieran estar acá y su cabeza en otro lugar; con la mirada perdida entre la gente, él, lo oye todo. Lo oye y ve por el reflejo del vidrio de la pastelería a una vieja que pasa; clava sus ojos sobre ella. Como es costumbre, el panadero mueve su mano y pregunta a la anciana- ¿Todo en orden?, - Todo en orden-, responde ella.
En este barrio al parecer todos están bien, - dice el niño con los ojos.