Solo sabía que vivía en un hotel. Hace poco había regresado después de perderlo todo. Hizo la reconstrucción únicamente a apartir de los reflejos sobre el vidrio; a prueba y error.
Rodeada siempre, por ejecutivos que salían y entraban del lugar, ella, prefería andar en medias y en piyama.
A veces, ver la luz que viene de los cerros orientales, y siempre comer de pie.