RITUALES PROFANOS

AQUÍ ALLÁ ACULLÁ



“El sacrificio, es por tanto, un esfuerzo comunitario. Mediante la guerra y la fiesta, permite al pueblo entero asociarse a la gestión sagrada del cosmos”. 



 



Entre los rituales y lo profano busca conectar el pasado imaginado de México y sus vestigios encontrados, con nuestra contemporaneidad. Empiezo a explorar la forma del círculo para señalar la/las “temporalidades” que en lugar de disponerse en línea, se juntan a través de la naturaleza de la circunferencia. 



A partir del círculo encuentro los monolitos en piedra; parte de la cultura Azteca. A partir de la técnica que aplico, encuentro y conecto el ritual. Y entonces, empiezo a experimentar con la materia y con los elementos directos que la conforman: la tierra. ¿A caso no fueron encontrados estos monolitos entre tierra? ¿De qué manera a partir de un círculo como lo es La Piedra del Sol se pudo empezar a construir un paisaje, su territorio, su identidad? Vuelvo al círculo y la posibilidad de esa consciencia universal de estar en un lugar, que si no se “ha mamado” tal vez resulte difícil comprender. En la piedra están los rituales y la muerte. ¿Habremos contado nuestra historia a partir de sus muertos? Me parece que solo es una manera de aproximarse a México y sus sistemas milenarios de poder. En el círculo Azteca está inmerso todo un sistema de calendario dirigido a la producción y junto a él, el sacrificio; el aparente equilibrio. 



El copal, adorable copal, culpable de todo. En un escenario entre sacerdotes, guerreros y víctima, la música, las drogas, el ayuno y vigilia convertían tiempo y espacio en cero. Es por eso que pretendo generar cierto grado de horror y excelsitud. Ojalá mas horror. Polvos de pigmento que al final se hacen mas profundos, dirigidos, que quiebran y entonces abren, desmantelan y al mismo tiempo se quedan atrás de un manto difuso de la historia. 



 



Proyecto realizado durante Residencia artística en Cobertizo, México. Con el acompañamiento de Manuel Sentíes y la asesoría de Fernanda Brun y Gonzalo Lebrija.